domingo, 11 de diciembre de 2011

martes, 31 de mayo de 2011

Por donde estamos

Una serie de cosas se me han presentado en los últimos días que me han puesto a reflexionar. Por un lado la velocidad con lo que se mueve este mundo de la tecnología, de la Internet y de todo lo que tenga que ver con la comunicación. Sobre este tema se puede reconocer que la comunicación es muy veloz, pero vaya uno a saber si a tal velocidad le corresponde profundidad o calidad. También nos permite tener un gigantesco archivo a nuestra disposición en el cual figura la edad de cualquiera que tenga una cara reconocible, así como también las mutaciones en su forma de pensar y este contexto de grandes cambios, hay mucha gente que los sigue y toma giros de 180 grados. De forma que para esos lo que estaba bien pasa a estar mal y/o viceversa. Hace unos días recordaba con algunos amigos, que la única forma de enterarnos de cómo habían salido los partidos de fútbol de la Liga Regional de Fútbol, era pasando por delante de las pizarras de El Imparcial, los domingos por la tarde. Hoy eso mismo se sabe casi al instante, ya sea escuchando radio o entrando en la web. Pero también el discurrir de mis pensamientos ha tomado algunos rumbos novedosos, al menos para mí, lo que no quiere decir que no haya habido quien los haya pensado o expresado con anterioridad. Un ejemplo de esto es comprobar una suerte de caída del orgullo de lograr cosas mediante el propio esfuerzo, lo que sin duda a mi me enorgullece. Muy a menudo se escucha hoy decir: Quiero me den… Voy a ver si consigo que me regalen… Tengo derecho a que me den… O sea, cada vez menos dignidad y cada vez más dependencia del terceros. También he escuchado así al pasar, “Está bien que le saquen. ¿Qué creen que me van a sacar a mí que no tengo nada?”. Claro que pretendía que eso que le sacan a otros se lo den a él, que no hizo nada por ganarlo. También he leído escuchado y tal vez repetido como una especie de dogma, que este es el gobierno que más hizo por los jubilados. Puede ser que haya hecho mucho por igualar hacia abajo, solo basta comparar en un valor constante, lo que ganan hoy, con lo que ganaban hace pocos años y se verá la diferencia. Es cierto que los servicios están subsidiados, pero en Buenos Aires, con parte del dinero que pagamos nosotros en el interior por los mismos servicios. En fin, para que agregar más cosas, porque todas las comparaciones que hago, me dan los mismos resultados, de deterioro, tanto económico, o social. Además de la erosión en el orgullo del propio esfuerzo. Otra cosa que me llama la atención es el desprecio de la sabiduría. Sé que los años no hacen por si mismos sabio a nadie, pero acaso hasta el menos sabio pudo aprender algo que puede llegar a transmitir y de esa forma los que transitan esos mismos senderos puedan aprender sin ingresar a la prueba y error. Se piensa, se existe y se es. Se vive, se transita y se aprende.

jueves, 19 de mayo de 2011

domingo, 10 de abril de 2011

martes, 8 de marzo de 2011

Destino pintar

Vaya a saber por qué, pero hace mucho que no escribo para mi blog. ¿Las razones? Tal vez falta de inspiración. Tal vez nada para decir, pero hoy rompo el silencio, explico y pienso. Si bien nada escribí, algo estuve pintando, cosa que no había registrado en mi vida como una posibilidad y entonces el blog, en vez de con letras, se llenó de colores, donde dominan los verdes en consonancia con aquello que figura por allí en el este mismo lugar, que dice: “Me crié en la inmensidad del verde”. Pero vamos por partes. Cada vez que iba a visitar, a mi ahora amiga, Tutty me sentía interpretado por sus palabras en el momento de la creación. Entonces mis noches de de pensamientos positivos llegaron a la conclusión de que tal vez podría expresarme con lápices, no para escribir, sino para dibujar. Cuestión es que en setiembre del año pasado fui al taller de Tutty a decirle que quería dibujar, no me fue mal del todo, pero tampoco puedo decir que me fue bien, pero en el trato bisemanal ella empezó a meter en mi dura cabezota, la idea de la pintura, la que yo rechazaba de plano. Sin embargo, tan convencida me lo decía que un día compre dos o tres pinceles y cinco pomitos de acrílico y con ello empecé a pintar sobre algunos de mis dibujos, hasta que el dibujo comenzó a dejar el paso a la pintura, la que hoy domina la escena. Un cuadro sobre mi pequeño gran terruño Ombú, devino en grandes elogios de todos cuanto lo vieron, incluido Charles Nevott un artista bohemio y trotamundos que vive al día, de lo que produce su pincel, cuando se da cuenta que tiene que volver a comer. La cuestión es que hoy cada día compro telas más grandes y las pinturas me salen con cierta facilidad, lo que no significa que sean de calidad pero salen. De lo que he escrito en esa entrada surgen cosas a propósito de lo que estoy expresando. Mencioné más arriba en esta entrada dos cuestiones. Uno el verde y dos Ombú. El verde se compone de azul y amarillo, color este último que siempre fue mi predilecto, pero que por su brillantez a veces es difícil de hacer que entre en la ropa, o el cualquier lado, aunque en la camiseta de Boca queda genial y encima junto al azul del verde, y en Huanguelén el Atlético usa como color distintivo el verde. ¡Todas las pasiones juntas! Huanguelén es parte de lo que viví como raíz, a través de Ombú y quiso el año pasado que las ideas que alguna vez tuve se convirtieran en reales y salió la gran fiesta del centenario de Ombú resultó una gran satisfacción, ya que pese al que el viento nos obligó a utilizar un plan B, que no teníamos, aún hoy los ecos resuenan. Un año entero de esfuerzos, reuniones y trabajo, quedó plasmado en lo vivido en una noche espectacular. Esto de la organización me lleva a otra reflexión, a propósito de lo escuchado hace pocos días en ocasión de la presentación de las fiestas de carnaval de esta ciudad. El presidente del club organizador hizo profesión de fe, a favor de la improvisación. ¿Por qué debe ser así? El carnaval se sabe con antelación que es todos los años en una fecha determinada, entonces no cabría ponerse a trabajar con el tiempo suficiente para que las cosas se hagan realmente bien. ¡Así estamos! Tuvimos un carnaval acorde a esas improvisaciones.

miércoles, 23 de febrero de 2011