viernes, 8 de enero de 2010

Ombú se prepara para festejar su centenario

Un grupo de vecinos y ex vecinos se halla en la tarea de formar una comisión para determinar los detalles organizativos de la fiesta prevista para octubre o noviembre venidero
Por muchas razones 1910 fue un año emblemático para la Argentina, principalmente porque se cumplieron los primeros 100 años desde que en Plaza de la Victoria, un asonada cívico militar acabó con el Virreinato del Río de la Plata y porque en ancas de ese aniversario surgieron muchas cosas que marcaron a la Argentina moderna. Cada una de ellas tuvo su importancia, para la zona o el lugar que sirvió.
Para cubrir el período presidencial que iba desde 1904 a 1910 fue electo presidente Manuel Quintana, pero falleció antes de finalizar su mandato en 1906 y le tocó a su vicepresidente José Figueroa Alcorta terminar su mandato y fue en este presidente, el que firmó los decretos que posibilitaron que por el distrito de Coronel Suárez pasen dos nuevas vías férreas, ya que se construyeron el Rosario Puerto Belgrano y la línea que va de Recalde a Saavedra que pasa por Huanguelén.
El trazado Ferrocarril Sud dio luz a 9 estaciones y dos años más tarde una décima Huanguelén, que no estaba prevista. El hecho de esas estaciones, Ombú, se apresta a celebrar sus cien años de vida, con un acto a realizarse en octubre o noviembre venidero, para lo cual un grupo de vecinos, encabezados por Felix Meiller, nativo de ese lugar, se encuentran organizando los festejos y dándole forma a una comisión de festejos.
Si bien aún es prematuro aventurar fechas y modos de celebración se puede consignar que la idea es reunir a vecinos, ex vecinos y residentes de esa pequeña estación y su zona de influencia en torno a una gran comilona, cuyo producto habrá de ser donado a la Cooperadora de la Escuela Nº 22 Almirante Brown que en la actualidad alberga a más de 30 alumnos, que son atendidos por tres maestras y un grupo de profesores de diversas especialidades.
Ombú se encuentra en un punto prácticamente equidistante de Pasman y Huanguelén y supo en los albores del siglo pasado tener una intensa actividad, producida al influjo del movimiento ferroviario, mucho más que el de la actualidad.
Es por ello que Don Federico Cook quien donó las tierras de su propiedad, para que pasen las vías y se erija la estación; construyó justo frente a la estación tres edificios. Uno destinado a la molienda de cereales para su cabaña adosada a las oficinas administrativas, un almacén de ramos generales y una carnicería. Con el tiempo fueron desapareciendo la carnicería y el almacén, pero aún están en pie la estación, la casa administración con su gran galpón, la escuela que llegó unos 20 años más tarde y un puesto de la estancia El Ombú. La estación no funciona más y su casa principal es habitada por un inquilino y sus terrenos alquilados a Ferroexpreso Pampeano por un productor le sirve de pastoreo a sus animales. En tanto que otras dos edificaciones ferroviarias, las conocidas como la casa del cambista y de la cuadrilla permanecen deshabitadas desde hace muchos años.
El hecho de que haya una escuela creada por los vecinos de la estación, ha hecho que los sentimientos de pertenencia y amor al terruño se mantengan vigentes en mucha gente, que tuvo la oportunidad de habitar en algún campo de las inmediaciones, asistir a la escuela o mandar a sus hijos a aprender sus primeras letras.
Cabe recordar que cuando el ferrocarril funcionaba en plenitud, por Ombú pasaban trenes de pasajeros que depositaban a quienes decidían abordarlo, en Plaza Constitución o Bahía Blanca por sólo citar dos extremos de la línea. Además circulaban trenes de cargas generales, operativos cerealeros, trenes jaula con animales para los mercados concentradores de Liniers y Avellaneda y en verano pasaban trenes fruteros con manzanas, peras, ciruelas etc. cosechadas en el valle del Río Negro y con destino al puerto de Buenos Aires.
En la estación se acopiaban en sus tres grandes galpones las bolsas de cereales, las que habitualmente excedían la capacidad instalada, por lo que se hacían los denominados pilotes al aire libre, los que luego eran tapados con techos provisorios, para ponerlas a resguardo de las inclemencias del tiempo, hasta que llegaba el momento de cargarlos en vagones con destino a los puertos de exportación o los molinos harineros locales.
Todo este movimiento de productos y personas le daba vida al lugar, el almacén El Caburé se veía colmado de parroquianos que podían comprar sus vituallas o algunos insumos para el campo, tales como alambres, tornillos, hasta molinos, o simplemente mitigar el cansancio del viaje, el frío o el calor bebiendo una copa, o acaso retirando la correspondencia que llegaba en tren con destino a la estafeta que funcionaba en El Caburé.
Toda esta historia es la que se pretende recordar con esta celebración y los organizadores de la fiesta, desean por ello llegar hasta todas las personas por cuya vida haya pasado Ombú, para sumarse a la convocatoria festiva, aportando ideas, material histórico, o simplemente ganas de trabajar. Quien se interese en la propuesta puede llamar al teléfono 02926 15410653.